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DIARIO

viernes, 19 de enero de 2018

El regreso

Hace 8 mes que no he accedido a este diario, no sé cual es la razón, quizás sea el miedo cerar una página que de en mi interior no quiero cerrar

viernes, 12 de mayo de 2017

Ciudad del Cabo

15:45 del 12/05/2017

CONSEGUÍDO!!!! Estoy en Ciudad del Cabo. Cabo de Buena Esperanza

16111 kms. 42 días.

Comienza el regreso, pero antes me voy a beber una cosecha de vino surafricano a la salud de todos.

jueves, 11 de mayo de 2017

Sudáfrica I

Estoy a una etapa del destino, que realmente no sé si es Ciudad del Cabo o el Cabo de Buena Esperanza. Por si acaso, me acercaré hasta el punto geográfico. Por tanto, me quedan 220 kms.
Me he alojado en un hotel porque no podía más, estaba helado, cansado y con lumbalgia. Para entrar en calor he estado 20 minutos bajo la ducha de agua caliente. Curiosamente voy a pasar frío en los primeros y en los últimos 500 kilómetros de este viaje.
Creo que tomé la decisión correcta en cuanto a no entreterme haciendo turismo, pues el arrastre de la moto está para darme un susto en cualquier momento. Cada vez lo tengo que ajustar más a menudo y por mucho que éste país sea el más moderno de Africa, por dónde paso apenas hay servicios, son pueblitos separados cientos de kilómetros sin nada entre ellos, bueno en los últimos cien han aparecido cultivos de vid y naranjos y el paisaje se ha vuelto más entretenido, hasta ahora era muy parecido al del Atlas marroquí incluso, cada uno en su hemisferio, están a la misma latitud. Es un paisaje formado por pedregales inmensos rodeado por grandes mesetas. Es bonito pero no me sorprende.
Me acabo de dar cuenta que tenía el reloj con una hora menos que la hora oficial. Me ido yendo poco a poco hacia el Este sin darme cuenta. SA está en GMT+2, pero no tiene horario de verano. La hora oficial, cuando te mueves con el horario del Sol y no tienes agenda, es una referencia de la que se puede prescindir y además resulta agradable​.

He cenado en el Hotel y a la cama, a ver si se me pasa algo la lumbalgia, haré algún ejercicio y me drogare, pero mañana hay que subirse a la moto.


La noche del 11/05/2017, la pasé aqui

Namibia IV

He dormido un montón y bien, no de un tirón porque es imposible sobre una colchoneta inchable de 4 cm de espesor.
Eran las 06:00 cuando me he levantado, había luz y el sol asomaba por el horizonte. Para las 06:45, rodaba por la carretera. Algo mas de 400 kms para llegar a la frontera, prometían ser aburridos, y así fueron, en una carretera proyectada con tiralíneas, a través de un desierto, con una sola ciudad entre medio.  Keetmanshoop es el único punto con algo de vida y que me permitió desayunar en un establecimiento curioso, digo lo de establecimiento, porque no sabría definirlo que era exactamente. Abajo pongo una foto.
Con viento a favor he decidido que voy a cruzar la última frontera, Sudáfrica. Para las 16:00 estaba allí,  impresionante sensación cuando he cruzado, estoy a un paso de Ciudad del Cabo y además, se acabaron los sellitos, los pasavanes, los formularios, las declaraciones, el enseñar una y otra vez el dichoso pasaporte, mis sonrisas fingidas,......por fin se acabó. Buahhhh!!!
Estoy feliz.
Esta noche toca desierto otra vez, oscurece y la ciudad más próxima está a 70 kms. Tengo dos plátanos, una naranja y agua, así que suficiente para una noche en soledad absoluta. Jaja soledad, aún quedaba con algo de luz y a lo lejos he visto unos perros y detrás una persona que se acercaba. Los perros me han rodeado y Ruber, como así se presentó, se ha acercado para tomar razón de mis intenciones. Era uno de los guardas de la propiedad, que desde no se dónde me venía observando. Después de enterado y una pequeña charla convencional, se ha atrevido a pedirme comida, le he dado uno de los plátanos y unas mandarinas olvidadas desde Ángola en el fondo del camelbag. Agradecido se ha ido por dónde vino.

Esta noche la pasé aqui. 10/05/2017

Namibia III

Después de una mala noche consecuencia del resfriado y de la contractura, y con algo de fiebre, me he puesto a la faena y finalmente he tensado la cadena otro puntito y en marcha.
Anoche estuve haciendo planes turísticos que suponían desviarme hacia el este, unos 300/400 kms, que mas tarde tendría que deshacerlos, todo ello por carreteras de tierra, buenas, pero con mucho polvo y a saber que otras sorpresas. Ya tenía pensado el recorrido en el mapa, cuando tensando la cadena he visto, que la cosa tiene mala pinta, el desajuste de la cadena con los dientes de la corona crece, así que he reconsiderado cual es el objetivo del viaje, y muy a mi pesar, tengo que seguir por la ruta más corta, asfaltada y transitada. Primero acabo lo que he venido a hacer y después si me quedan fuerzas, jugaré un poco más a la aventura.
Estoy comiendo algo en Kalkrand, a unos 600 kms de la frontera surafricana, es un pueblito, pero es todo lo que hay en cien kilómetros, salvo una carretera recta con una valla interminable a cada lado, para que no se les escapen las fieras, si no, a ver luego como le meten el sablazo al turista que viene a coleccionar fotos de bichos.
Seguramente los animales salvajes están al otro lado de esas dos vallas que me acompañan, pero gratis, tan solo he visto un grupo de gacelas nerviosas, de esas que saltan a lo bestia,  un par jabalíes de colmillos retorcidos, que veo que están por todas partes y un montón de monos a los que la valla les sirve de entretenimiento para subiese a ella y vernos pasar.
Los grandes bichos, ni olerlos, de otra manera, este gran negocio turístico-naturalista se iría a la porra. El mapa turístico, tiene grandes zonas en las que no se puede ni entrar, aunque me da que la autorización para entrar, dependerá del número de dólares namibios.
Los alojamientos, lodges de safari o aventura, son extremadamente lujosos y muy bien situados en los parques naturales y los supongo caros.
Por la carretera continuamente me cruzo con todoterrenos, mucho mas preparados de lo que he visto por el desierto de Marruecos y casi todos los vehículos son 4x4.
Hay una foto más abajo de una tienda​ de lona y en la que he dormido, cubierta con un tejado de chapa, pues esto, es Namibia, vida aparentemente salvaje protegida por un techo de lujo y comodidad.
Entre un pueblo con servicios y otro hay  230 Kms, no me queda otra que dormir entre ambos, tengo hora y media de luz y solo me da para algo más de cien kilómetros.
A las 17:15 ha oscurecido, para entonces tengo la tienda montada a una distancia prudente de la carretera, no había mucho que elegir, lo que no se es como voy a rellenar las 11 horas que tengo por delante.
Hay luna llena y casi no se ve la Cruz del Sur. La he visto por primera vez en este viaje.
El resfriado parece que mejora y la contractura con los antiinflamatorios tambien.

La noche la pasé aqui 09/05/2017

Namibia II

He abandonado el camping a las 08:30, muy tarde para lo que estoy acostumbrado. Dispongo de tiempo en un entorno de medios muy parecido al europeo y  quizás me haya relajado y como consecuencia he pillado un resfriado gordo, que no consigo
que mejore y una contractura en la espalda. 
Mi médico en la distancia, Gonzalo, "elcuñao", ya se ha ocupado de mandarme a una farmacia y yo obediente de buscar una.
La contractura era de esperar, tarde o temprano, tantas horas sobre una moto manteniendo una misma postura, alguna consecuencia tendría.
Lo curioso es que cuando la carretera se vuelve amena, ya sea por la dificultad del terreno o por la presencia de curvas o incluso baches, no sufro molestia alguna, el dolor comienza con la monotonía de la carretera.
He hablado en una gasolinera con Jorgc, un namibio blanco de origen alemán,  que marchaba sobre una Harley. Muy amable, me ha dado algunas recomendaciones para dormir y visitar camino de SA. Tras charlar sobre la moto y el viaje, me ha pedido una foto y agradeciéndole la información nos hemos despedido.
Este ha sido el único momento de socialización del día, mientras que durante los últimos 40,  se sucedían sin proponérmelo en cada parada. Es uno de los cambios que mas echo de menos.
El alojamiento recomendado por Jorgc, estaba en Windhoek y completo. Quedaban 20 minutos de luz, muy cansado y corriendo a buscar otro.
Estaba a la salida de la capital y comenzaba la subida del primer puerto de montaña que me había encontrado en este país Bajaba la temperatura y en lo más alto, Monteiro, un lodge con tiendas de campaña ya montadas, con su camota y mantita, dónde sin dudarlo, me he quedado.

Aquí pasé la noche del 08/05/2017

domingo, 7 de mayo de 2017

Namibia I

Otra vez más problemas para salir que para entrar. La aduana de Angola, me exigía la documentación de entrada de la moto y no la tenía porque me dejaron entrar sin el "pasavan".
La frontera de entrada a Namibia, sin problemas, sellito de inmigración y una tasa por el uso de las carreteras.
Apenas he hecho 40 Kms y me doy cuenta que ha comenzado el final exótico e imprevisible de mi viaje africano. El primer impacto ha sido encontrarme con un KFK de pollo frito, y porque eran las​ 10:30, si no allí me meto. A ambos lados de la carretera los bares se suceden, me parece que le dan al sople en abundancia. Aparecen supermercados y centros comerciales, a través de un paisaje desértico. La circulación es lenta, ordenada y va por la izquierda, no me acordaba de este último detalle, necesitaré algo de tiempo y concentración para adaptarme.
En la frontera me han dado de plazo hasta el día 15/05 para recorrer los1500 kms que me separan de SA y no parece que dé para hacer turismo, de todas formas, no he venido a esto.
Me he parado a comer una hamburguesa con patatas y una cerveza. Perdón por el pecado, pero no podía aguantarme más.
Después de un montón de kilómetros y media hora antes de oscurecer me he metido en un camping. Esto ya no es Africa, el lujo del camping es de escándalo, wifi, hierba mullidita, duchas impecables con agua caliente y de tamaño gigante Esto no se puede acabar, aún quedan 1900 kms, tengo que hacer algo.
En todo el día, no he sacado una sola foto, la mayor parte de la jornada se componía de rectas interminables, con cercados a ambos lados, protegiendo un parque nacional y al otro haciendas ganaderas. Espero que este país me reserve alguna sorpresa agradable.
Ayer me resfrié y hoy ando con el moco colgando.
Después de una ducha y con la tripa llena, echo de menos la parte que he dejado atrás. Aunque como me dicen algunos, "hasta el rabo todo es toro", así que continuaré con los cuidados de uno mismo y de la moto, manteniendo la concentración en la carretera. Por cierto la reparación de la corona tiene más 3000 kms, seguiré con los dedos cruzados, a ver si aguanta hasta el final.
Esta noche me he quedado aquí. 07/05/2017

sábado, 6 de mayo de 2017

Angola V

La noche ha sido algo larga, no podía dormir, tenía frío incluso totalmente encerrado dentro del saco de dormir. Esto de atravesar un contingente y llevar la cantidad mínima de ropa y que además sirva  para todas las latitudes, no es fácil, o mejor, es imposible. He pasado un calor de morirme durante semanas y ahora la asimetría del globo me va a hacer pasar frío, y yo sin mangas en la chaqueta de moto. Aunque puestos a elegir, prefiero la situación de este hemisferio, el frío se arregla con algo mas de ropa, pero el calor solo con aire acondicionado.
Me he despedido con todo respeto, de quiénes me han permitido dormir bajo su protección, y acto seguido, arranque y marcha.
La jornada larga y el paisaje aunque agradable, su inmensidad lo convierte algo monótono.
Una hora antes de oscurecer y a unos 90 kms de la frontera, decido meterme por el bosque en busca de alguna casa o poblado, al rato me encuentro con una mujer cargada con una niña y le cuento mis intenciones, me da su autorización y la sigo unos cientos de metros entre la maleza y llegamos a un recinto cerrado con pequeñas chozas, donde vive con su marido Simón, su hermana sordomuda y dos hijos. El marido no está, se ha ido el pobre, a beber. Oscurece y el recinto, bajo la luz de la media luna, me parece que adquiere más encanto aún. Les acompaño durante la cena bajo uno de los cobertizos, hablamos, re ríen y al rato no puedo más del cansancio y me voy a dormir.
La colchoneta últimamente se está volviendo más dura y yo más sucio, pero todavía sigo prefiriendo este tipo de alojamiento austero e imprevisible, pero a la vez emocionante e irrepetible.

La noche del 06/05/2017, la pasé aqui

Angola IV

Angola es gigante, de norte a sur 1980 kms, y cómo siempre, los ajustes de la ruta añaden algunos mas por si me aburro.
De este por país no tenía  preconcebida una opinión, y quizás sea una de las razones por las que me ha sorprendido tanto.
Desde​ la misma luz, de un cielo cargado de nubes ordenadamente separadas en el horizonte, hasta un paisaje cambiante y cada cambio a su vez, inmenso. 
La gente responde de tal manera que cuando me paro y hay gente, no tengo nada mas que hacer un gesto de acercamiento, para que en un instante, me vea rodeado, de niños, jóvenes o adultos, no puede ser mas fácil relacionarse. Mientras escribo, se están poco a poco acumulando jóvenes a mi alrededor, curioseando sobre el turista motorizado. Al final les he dado pie y porqué tengo que proseguir, si no seguiríamos allí hablando, de dónde, cuantos litros llevo, consumo, distancia a España, días de viaje, casado, hijos, trabajo...........
La familia de acogida de esta noche, me ha permitido compartir ademas de su casa y su entorno, ver un poco como se las arreglan en su vida diaria. Es prácticamente autosuficiente, cuentan con animales de todo tipo y de cuya venta sacan el dinero, cultivan para su consumo variedades de maíz, mijo y alubias, tienen panales de miel, tejen sus propios útiles para conservar el grano, etc, etc, en fin como cualquier caserío. La mujer de la casa, Fernanda Teresa, no le he visto descansar un segundo, lo hacía todo, era un espectáculo verla cocinar en el suelo, con el puchero sobre los troncos de leña, removiendo con una pala la harina de maíz, hasta convertirse en una especie de puré compacto. Después le tocó a las alubias y combinando ambos, fue el plato de la cena. La probé y no estaba mal.

Hoy intentaré repetir la experiencia saliéndome de la carretera de nuevo, en busca de una aldea o familia.

No pienso alojarme en un hotel, hasta que me vea el pelo apelmazado y la piel oscurecida por la suciedad


La noche del 05/05/2017, la pasé aqui:

http://geohash.org/km6j0qq8591u




jueves, 4 de mayo de 2017

Angola III

Acabo de meterme, con pijama, en la cama de un hotel decente, tiene hasta agua caliente.
Salvo por el continúo zizagear para evitar los baches de profundidad y un paisaje cambiante, el tercer día en Angola ha sido un paseo primaveral. Paradas para comer, para engrasar la cadena, charletas sin prisas con los angoleños, contemplación del paisaje a través de enormes valles con picudas montañas.
Hace fresquito, estoy a unos 1700 metros de altura en Hubango, a 800 Kms de Namibia.
He salido a estirar las piernas y me he comido una hamburguesa y de vuelta al Hotel.
Angola es una maravilla.
He pasado aqui la noche del 04/05/2017